martes, 23 de abril de 2024

Sobre copias y originales

    - ¿Así que dices que las obras que vemos en los museos no son verdaderas? -preguntó.
    - A ver -contestó el otro con parsimonia-. Son verdaderas, están ahí... pero no son las originales.
    - Son copias, vamos.
    - Así es. Visto lo visto, los museos decidieron colgar copias para no deteriorar las originales. Estas están bien guardadas en un depósito.
    - Pero eso es una estafa...
    - A nadie le importa demasiado, fíjate. Ojos que no ven, corazón que no siente. A la gente le da igual. A la mayoría le da igual. Visitan el museo solo para decir que han estado. Y si les interesa, pero no saben lo del cambiazo, la experiencia estética es tan intensa con la copia como con el original.

    El otro se rascó la sien, pensativo.

    - Pero, entonces, las grandes obras de la historia están ocultas a la vista. ¿Para qué crear belleza, si nadie puede disfrutarla?
    - Nadie, o solo los elegidos.
    - Pero eso es elitista.
    - Como lo fue siempre, querido amigo, como lo fue siempre. La diferencia es que ahora, con las copias a modo de placebo para el vulgo, la élite es más discreta...