domingo, 3 de noviembre de 2024

El hombre que vino del frío

    "Yo había abierto el congelador buscando unos cubos de hielo", comentaría con posterioridad. "Solo quería prepararme un cubata", añadía. "Y ni siquiera pude hacerlo...".
    Las quejas y lamentos eran tan profundos como las consecuencias de lo que había sucedido, ¿pero quién iba a imaginarlo?
    ¿Quién iba a imaginar que, mientras se disponía a coger el cubo de hielo, una mano salida del fondo de la nevera lo agarraría por la muñeca y tiraría de él?
    Y tras la mano apareció un brazo, y luego una cabeza, y unas barbas larguísimas, y un par de cuernos.
    Cuando quiso darse cuenta, tenía en su cocina un vikingo enorme.
    - ¿De dónde sales? -le preguntó, aunque no era necesaria ninguna respuesta. Era evidente que había venido del frío.
    El asunto todavía podría haber sido gobernable, pero tras el primer vikingo apareció otro, y otro, y un drakkar entero que salió arrastrándose, derribó los muros de la casa y llegó al río, y ahora está causando estragos por toda la ciudad.
    "Yo solo quería un vodka con limón", repetía entre lágrimas, mientras las alarmas y los gritos resonaban al otro lado de la ciudad.