domingo, 5 de enero de 2025

Sueño premonitor

     Tuve un sueño en el que me encontré con un anciano. No necesité mucho tiempo para convencerme de que el anciano era, en realidad, mi yo del futuro, que venía a traerme algún mensaje, algún consejo o alguna enseñanza.

    El anciano, no obstante, tenía una forma diferente de entender la situación. Me contó que se había quedado dormido, que estaba soñando, y que yo era un sueño en el que reconocía a su yo más joven.

    No supe muy bien a qué atenerme, pues ni yo tenía mucho que aconsejar a mi yo futuro ni él me estaba diciendo nada que contribuyera a mi enseñanza; más bien, fomentaba mi confusión.

    Le pregunté, más por cumplir con lo que se esperaba de mí que por verdadera curiosidad, si iba a merecer la pena seguir viviendo. Por toda respuesta, el anciano sacó una daga que llevaba guardada en el bolsillo de la chaqueta y me la clavó en el corazón.

    Mientras me preguntaba qué tipo de persona aparece en un sueño con una daga en el bolsillo y se mata a sí mismo de joven, deseé con todas mis fuerzas despertar y volver a la realidad. Pero la daga seguía clavada en mi pecho, y la sangre que brotaba de la herida empezaba a empaparme la camisa y a manchar mis manos. Quise gritar, pero noté cómo una ola de sangre subía por mi garganta y me ahogaba, impidiéndome emitir sonido alguno.