lunes, 2 de junio de 2025

Deshojando la margarita

    Que sí, que no... que sí, que no...

    Hay veces que te gustaría que las decisiones las tomasen otros, porque decidir por uno mismo es la peor de las condenas. En esos momentos, cuando tienes que elegir, entiendes por qué "la angustia de la libertad" lleva condicionando al ser humano desde que existe como tal.

    Y si te decantas por el "sí", es posible que lamentes profundamente no haber evitado la situación cuando tuviste la oportunidad. Y si dices que "no", ¡ay, si dices que no!, probablemente te pierdas el momento cumbre de la historia de la humanidad, la situación más memorable, aquella de la que se hablará durante generaciones y que tú, como el burro amarrado a la puerta del baile, solo pudiste intuir, desde fuera, sin participar en ella, por una mala decisión.