domingo, 28 de enero de 2024

El pueblo de los proscritos

      En Brasil, al noroeste del estado de São Paulo, se encuentra la ciudad de Araçatuba. Tal vez porque la creación de la ciudad se encuentra estrechamente ligada a la construcción de la línea de ferrocarril que une el estado de São Paulo con el de Mato Grosso del Sur, tal vez por mera casualidad, o porque el efecto de una causa, a veces, se convierte a su vez en causa de otro efecto, la ciudad de Araçatuba es conocida por ser refugio de quienes, por una u otra razón, encontraron motivos para huir.

    Uno supone que el tren, medio perfecto para escapar, contribuiría a ello. Pero, en las últimas décadas, lo que comenzó como una curiosidad se ha convertido en toda una costumbre.

    Hay quienes llegan a Araçatuba huyendo de la justicia, especialmente en el extranjero. Hay, del mismo modo, quienes huyen de su pasado, quienes quieren empezar una nueva vida, quienes tienen cuentas pendientes, malos recuerdos, duelos o rencores. Todos encuentran en Araçatuba el entorno idóneo para olvidar.

    La situación ha llegado a tal punto que, de un tiempo a esta parte, el ayuntamiento de Araçatuba demanda a sus nuevos ciudadanos pruebas de un pasado que ocultar. Esto, en ocasiones, no es fácil de demostrar, por lo cual es divertido, a menudo, contemplar los requiebros y malabares burocráticos que es necesario hacer para acabar censado en la población.

    Pese a todas estas dificultades, los trenes llegan a Araçatuba con regularidad, y la población sigue creciendo.

    Es el pueblo donde todos tienen algo que ocultar. Saben, por ello mismo, que nadie va a incordiarles con preguntas incómodas.