viernes, 25 de mayo de 2007

Los límites del reino de la memoria

Como Funes el memorioso. Todo lo que observas ha de ser archivado, todos los datos, las imágenes, las palabras y los gestos. Miles, millones de detalles recordados y mostrados como en una película, una infinidad de palabras dispuestas a ser recitadas como en una letanía incesante.
Eres lo que recuerdas. También eres lo que quieres ser, por supuesto, pero eso depende, siempre, de lo que has sido antes.
El reino de la memoria es una visita obligada para todos los que quieren ser uno mismo. Por eso es mejor mantener buenas relaciones con ellos. Diplomacia, se llama eso. Memorizar ha de convertirse en un placer, no en una tortura.
Aunque a veces sea difícil, especialmente cuando una caravana de objetos a memorizar se extiende hasta el horizonte, y más allá, donde se pierde la vista, y el tiempo que te has propuesto para completar el proceso es cada vez más escaso...