jueves, 7 de junio de 2007

De cabeza

He perdido mi cabeza. Esta mañana, al mirarme al espejo, me he dado cuenta de que no la llevaba, y no sé muy bien dónde puede estar. Puede que anoche la dejara tirada en cualquier sitio, en un portal, quizás, lamentándose de su mal estado, tal vez ahogándose en vómitos, no sé, es que me desquicia cuando la oigo quejarse, siempre se está quejando, esta cabeza mía, creo que padece de hipocondría severa.
Voy a salir a dar un paseo, a ver si la encuentro. Si ha desaparecido definitivamente, tendré que acostumbrarme a vivir sin ella. Tampoco pasaría gran cosa, en ese caso, desde luego, la mayoría de la gente sobrevive sin una cabeza decente, y los que la tienen no suelen usarla demasiado, quizá dentro de unos días ya no la eche de menos...