domingo, 17 de diciembre de 2017

Más allá del más allá

     Creo que he muerto. No recuerdo cómo, y eso es raro, la verdad es que esperaba una mente más lúcida. Pero tampoco recuerdo cómo he llegado aquí, así que...
     Es este un lugar extraño, una especie de nebulosa, blanca e incorpórea, una especie de no-lugar, una "ninguna parte" de la que tampoco podría salir aunque quisiera. Me siento, sé que estoy aquí, pero no puedo verme.
     Oigo voces. Voces que me hablan y me cuentan cosas, cosas de mí, como si me conocieran mejor que yo mismo. Dicen que son ángeles, que llevan toda mi vida a mi lado, que me han seguido y me han observado desde que nací. Sólo de pensarlo, me invade un miedo sordo, un terror retroactivo.
     No me gustan. Los ángeles no me gustan. Dicen que me desean lo mejor, que siempre lo han hecho, pero han estado a mi lado desde el principio, como presencias siniestras, y hasta ahora no se han mostrado.
     Si es esto lo que hay después de la vida, deja mucho que desear. No me siento cómodo. Los entes que me rodean son estúpidos, casi los prefería deambulando a mi alrededor sin mostrarse.
     Y siguen hablando. Empiezo a odiarlos. Quiero salir de aquí. Detesto la posvida. ¿Puede uno suicidarse estando ya muerto?
     Sinceramente, y una vez comprobado que hay vida después de la vida, espero que haya muerte después de la muerte...