lunes, 9 de septiembre de 2024

En la oscuridad

    Entré en la habitación. La puerta no estaba cerrada con llave, lo cual me extrañó. La oscuridad era total. Enseguida me arrepentí de haber dejado el móvil en la entrada.

    Intenté avanzar a tientas. Sabía que el interruptor estaba allí, en la pared de enfrente, en algún lugar.

    Rápidamente noté que no estaba solo. Algo se movía en las tinieblas. Sentía su respiración girando a mi alrededor.

    De repente, un hálito frío se posó en mi nuca. Probé a darme la vuelta, pero noté la presión de unos dedos firmes que, fuertemente agarrados a mi hombro, me lo impedían.

    Quise gritar pero, cuando sentí la mano que me cerraba la boca, que incluso me dificultaba la respiración, me di cuenta de que ya era demasiado tarde.