viernes, 20 de octubre de 2023

Aquí estamos todos locos

    - ¿Dónde estoy?
    - En el psiquiátrico.
    - ¿Y por qué estoy aquí?
    - Porque estás loco, obviamente.
    - Yo no estoy loco.
    - Sí que lo estás.

    Miré a mi alrededor. Una gran sala atestada de gente que gritaba, que lloraba, que daba vueltas, que se retorcía sobre sí misma, que miraba ensimismada a ninguna parte, catatónicos, psicópatas, esquizofrénicos, lobotomizados, violentos de reacciones impredecibles.

    - Aquí todos están locos.
    - Así es, en efecto. Todos estamos locos. Tú, también.
    - Yo no.
    - Eso es lo que dicen todos los locos. Pregúntale a cualquiera de ellos.

    Me acerqué a uno de ellos.

    - ¿Tú estás loco? -le pregunté.
    - No -me contestó.
    - ¿Y por qué estás aquí?
    - Porque el mundo está lleno de locos. Aquí, por lo menos, me siento seguro.

    Me senté en un diván y reflexioné un buen rato. Pensé en la gente de fuera. Y concluí que las palabras de aquel loco eran lo más lúcido que había oído en mucho tiempo.