domingo, 11 de mayo de 2025

El rostro del payaso

     Esa careta de payaso tenía un aspecto espeluznante.

    - ¿Quién la habrá puesto ahí?

    En el cabezal del asiento de un coche aparcado. Como si fuera el conductor. Pero no, no lo era. Qué graciosos.

    Tenía que pasar junto al vehículo para continuar mi camino. Juraría que, por un momento, la careta se giraba y continuaba con los ojos huecos fijos en mí, atento a mi trayectoria.

    - No es eso... Es que es de esos rostros que parecen seguirte con la mirada, como La Gioconda...

    Igualito que La Gioconda, vamos...

    Mientras dejaba el coche atrás, no fui capaz de echar una última mirada a la zona del conductor. Una extraña sensación, no obstante, me decía que la careta seguía mirándome, sus ojos ausentes fijos en mi nuca.

    Todavía ahora siento que me observa.